Doctrina de leonardo da vinci ( 4 )
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El deseo natural de los hombres de bien es el conocimiento.
Los hombres más grandes engaños sufren es de sus propias opiniones.
La ciencia es el capitán, y en la práctica los soldados.
La experiencia no se equivocan. Solo tus juicios se equivocan al esperar de ella lo que no está en su poder.
El hombre y los animales son en realidad vehículos y conductos de alimentación, las tumbas de animales, albergues de la Muerte, revestimientos que consumen, derivando la vida por la muerte de otros.
Para una vez que usted ha probado vuelo que usted caminará la tierra con sus ojos vueltos hacia el cielo, porque allí han sido y allí usted volverá de largo.
Más allá de una duda de la verdad lleva la misma relación con la mentira como la luz a las tinieblas.
El pie humano es una obra maestra de ingeniería y una obra de arte.
El conocimiento del pasado y de los lugares de la tierra es el ornamento y la comida de la mente del hombre.
El que siembra recoge virtud honor.
Tiempo se queda el tiempo suficiente para cualquier persona que va a usar.
Un hermoso cuerpo perece, sino una obra de arte no muere.
Cualquier persona que vaya a celebrar un argumento apelando a la autoridad no está utilizando su inteligencia, sino que es solo usar su memoria.
A pesar de la naturaleza comienza con la razón y termina en la experiencia, es necesario para nosotros hacer lo contrario, es decir, para comenzar con la experiencia y de ésta a proceder a investiga...
Los hombres de noble genio cuando están haciendo el menor trabajo están más activos.
Al igual que el valor es el peligro de la vida, por lo que es temer a su salvaguardia.
El matrimonio es como meter la mano en una bolsa de serpientes con la esperanza de sacar una anguila.
La naturaleza es la fuente de todo conocimiento verdadero. Ella tiene su propia lógica, sus propias leyes, que no tiene ningún efecto sin causa ni invención sin necesidad.
El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.
Pasión intelectual expulsa sensualidad.
Así como el coraje pone en peligro la vida, el miedo lo protege.
Realmente el hombre es el rey de las bestias, porque su brutalidad excede la de ellas. Vivimos de la muerte de otros, somos como cementerios andantes. Llegará el momento en que el hombre verá el ase...
Cuando el espíritu no trabaja con la mano, no hay arte.
Hasta el más pequeño de los felinos es una obra de arte.
En cuanto nace la virtud, nace contra ella la envidia, y antes perderá el cuerpo su sombra que la virtud su envidia.
Un día bien empleado trae sueño feliz.
La cegadora ignorancia nos confunde. ¡Oh miserables mortales, abrid los ojos!
El pintor que dibuja solamente por la práctica y por el ojo, sin ningún motivo, es como un espejo que copia todo lo colocó delante de él sin ser consciente de su existencia.
Todo el conocimiento que termina en palabras morirá tan pronto como llegó a la vida, a excepción de la palabra escrita: ¿cuál es su parte mecánica.
Los cuartos o habitaciones pequeñas concentran el espíritu; los grandes, lo dispersan
El hombre es víctima de una soberana demencia que le hace sufrir siempre, con la esperanza de no sufrir más. Y así la vida se escapa, sin gozar de lo ya adquirido.
Dirán que por no ser yo un hombre de letras, no puedo expresar bien lo que deseo tratar. Pero ellos no saben que mis cosas han de ser tomadas, más que de las palabras ajenas, de la experiencia, que ...
Muchos han comerciado con ilusiones y falsos milagros, engañando a la estúpida multitud.
La verdad de las cosas es el principal alimento de los intelectos superiores.
La vida bien empleada es larga.
Las lágrimas vienen del corazón y no desde el cerebro.
Adquiere en tu juventud lo que disminuirá el daño de tu vejez. Y si tú eres de los que cree que la vejez tiene por alimento la sabiduría, arréglatelas en tu juventud de tal modo que a tu vejez no...
En los ríos, el agua que tocas es la última de lo que ha pasado y la primera de la que viene, así que con el tiempo presente.
Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan.
Una vez hayas probado el vuelo siempre caminarás por la Tierra con la vista mirando al Cielo, porque ya has estado allí y allí siempre desearás volver.
