¡oh, miseria humana, a cuántas cosas te sometes por el dinero!.
Pide consejo al que sabe corregirse a sí mismo.
He aquí una cosa que rechazamos cuanto más la necesitamos: el consejo. De mala gana lo escucha quien más lo necesitaría, a saber: el ignorante.
Si la naturaleza hubiera fijado una sola regla para la calidad de los miembros, las fisonomías de todos los hombres serían semejantes, y no sería posible distinguirlas unas de otras; pero ella ha v...
La justicia requiere poder, inteligencia y voluntad, y se asemeja al águila.
Los hombres correrán tras la cosa que más temen, es decir, que serán miserables por temor a la miseria.
El hombre posee gran razonamiento, pero en su mayor parte vano y falso; los animales lo tienen menor, pero útil y verídico, y más vale una pequeña certeza que un gran engaño.
Las amenazas solo son armas para el amenazado.
Quien poco piensa, mucho yerra.
Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.
Son vanas y están plagadas de errores las ciencias que no han nacido del experimento, madre de toda certidumbre.
Quien no castiga el mal, ordena que se haga.
Todo lo que hay de bello en el hombre pasa y no dura.
Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, he aprendido cómo morir.
Donde entra la ventura, la envidia le pone asedio y la combate. Cuándo nos abandona, nos deja el dolor y el arrepentimiento.
Quien no estima la vida no la merece.
La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable.
El que pretende enriquecerse en un día, se verá apremiado durante un año.
No siempre es bueno lo que es bello. . . Ejemplo de este error dan los que hablan con elegancia, pero sin doctrina.
Si una persona es perseverante, aunque sea dura de entendimiento, se hará inteligente; y aunque sea débil se transformará en fuerte.