El descuido de blas pascal ( 2 )
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Besas como si fueses a comerme. Besas besos de mar, a dentelladas.

Cuando leemos demasiado deprisa o demasiado despacio, no entendemos nada.

Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez.

Si algo me gusta, es vivir. Ver mi cuerpo en la calle, hablar contigo como un camarada, mirar escaparates y, sobre todo, sonreír de lejosa los árboles.

No poseemos la verdad ni el bien nada más que en parte y mezclados con la falsedad y con el mal.

El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende.
¿por qué me matas?, ¿y qué, no estás al otro lado del agua?.Amigo mío, si estuvieras de este lado sería injusto matarte y yo sería un asesino. Pero, como estás al otro lado, esto es justo y y...

La desgracia descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir.

Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad.

Yo por ti, tú por mí, todos por una tierra en paz y una patria mejor.

He redactado esta carta más extensa de lo usual porque carezco de tiempo para escribirla más breve.

No vivimos nunca, sino que esperamos vivir; y disponiéndonos siempre a ser felices, es inevitable que no lo seamos nunca.

El que cree tener razón entre todas las cosas, la razón de las cosas desconoce.

Es sin duda un mal, estar lleno de defectos; pero es todavía un mal mayor estar lleno de ellos y no quererlo reconocer, porque es añadir todavía el de una ilusión voluntaria.

El hombre es naturalmente crédulo, incrédulo; tímido, temerario.

Porque quiero tu cuerpo ciegamente. porque deseo tu belleza plena. Porque busco ese horror, esa cadena mortal, que arrastra inconsolablemente.

Los que poseen el espíritu de discernimiento saben cuanta diferencia puede mediar entre dos palabras parecidas, según los lugares y las circunstancias que las acompañen.

Ni la contradicción es indicio de falsedad, ni la falta de contradicción es indicio de verdad.

Por muchas riquezas que el hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás.

La elocuencia es una pintura del pensamiento, y por esto los que después de haber pintado añaden algo más, hacen un cuadro en lugar de un retrato.

Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.

Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar el pensamiento de la muerte.
Prefiero equivocarme creyendo en un dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada ete...

El hombre está llena de necesidades; y no ama sino a aquellos que pueden satisfacerlas todas.
¿puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y su príncipe tiene una querella con el mío aunque yo no la tenga co...

La moral es la ciencia por excelencia; es el arte de vivir bien y de ser dichoso.

La reina del mundo es la fuerza y no la opinión; pero es la opinión quien usa de la fuerza.

En las religiones es preciso ser sinceros; verdaderos paganos, verdaderos judíos, verdaderos cristianos.

La naturaleza tiene perfecciones para demostrar que es imagen de dios e imperfecciones para probar que solo es una imagen.
Justicia, fuerza. Es justo que lo justo sea obedecido, es necesario que lo más fuerte sea obedecido. La justicia sin la fuerza es impotente; la fuerza sin la justicia es tiránica; la justicia sin fu...

Puente de dos columnas, y yo río. Tú, río derrumbado, y yo su puente abrazando, cercando su corriente de luz, de amor, de sangre en desvarío.

¿quién se siente desgraciado por no ser rey, sino un rey destronado?.

El mundo está lleno de buenas máximas; solo falta aplicarlas.

El espíritu cree naturalmente y la voluntad naturalmente ama; de modo que, a falta de objetos verdaderos, es preciso apegarse a los falsos.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo lo que era mío y resultó ser nada, si he segado las sombras en silencio, me queda la palabra.

No es bueno ser demasiado libre. No es bueno tener todo lo que uno quiere.

Poca cosa nos consuela porque poca cosa nos aflige.

De noche, te alisabas los cabellos, yo me dormía, meditando en ellos.

Para quienes no ansían sino ver, hay luz bastante; más para quienes tienen opuesta disposición, siempre hay bastante oscuridad.

He hecho esta carta más larga de lo usual porque no tengo tiempo para hacer una más corta.