Erasmo de rotterdam que decir
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La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno.
DecÃa Sócrates que los dioses eran los mejores y más bienaventurados entre todas las cosas y que el hombre que a la semejanza de ellos se comportaba en el vivir, cuanto más era semejante, más bie...
Una vez un hombre habÃa tomado de la casa de un caballero una taza, y siendo llevado por los jueces a la cárcel fue visto por Diógenes, que dijo: Los mayores ladrones llevan al menor. Pluguiese a d...
Otro le dio por injuria que era mestizo, porque su padre era de Atenas y su madre era bárbara. A éste respondió: Tampoco tú eres hijo de dos luchadores, en cambio eres luchador. Quiso decir que no...

Reirse de todo es propio de tontos, pero no reÃrse de nada, lo es de estúpidos.
DecÃa también que los ciudadanos no menos debÃan pelear por la guarda de sus leyes que por su misma ciudad. Porque sin leyes de ninguna manera la ciudad se puede conservar, mas sin murallas muy bie...
También decÃa que a Dios ninguna cosa le habemos de pedir señaladamente, salvo que debemos pedirle simplemente el bien. Y por esto yerran los que demandan a Dios mujer rica, hacienda, honra, reinos...

El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento.

La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa.

La filosofÃa es una meditación de la muerte.

La felicidad consiste, principalmente, en conformarse con la suerte; es querer ser lo que uno es.

La sabidurÃa de este mundo es la madre y raÃz de todos los males.

La mujer es un animal inepto y estúpido, aunque agradable y gracioso.

El colmo de la estupidez es aprender lo que luego hay que olvidar.
(...) fue argüido que usaba de manjares delicados, mas al que le reprendió le cerró la boca y confundió de esta manera: ¿Y no comprarÃas estos manjares si te diesen por un ardite? Y como el cont...
Como AntÃstenes, filósofo cÃnico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, dÃjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquell...
SolÃa Diógenes algunas veces irse a las estatuas y demandarles alguna cosa. Y como se maravillasen de esto los que lo veÃan, dijo: Hago esto para acostumbrarme a no moverme ni perturbarme si alguna...
Viendo este filósofo a sus ciudadanos tan dados a los deleites y por otra parte edificar tan suntuosamente, dijo: Los Agrigentinos asà se dan a los deleites como si mañana hubiesen de morir, y asÃ...
DecÃa también que era grande fealdad que uno que no sabe se ponga a ejercitar alguna arte ni oficio mecánico sin vergüenza, ni aun una canasta se da a hacer a quien no la sabe hacer, ni que sean a...
Los atenienses aconsejaban a Diógenes que tomase orden de sacerdote y se consagrase, diciendo que los que asà eran ordenados tenÃan después señorÃo en el cielo. A esto respondió Diógenes: Cier...
Un hombre le habÃa injuriado malamente y no tomó pena ni se movió por ello, y como un amigo suyo se maravillase mucho, dÃjole: A mà no me dice mal, porque lo que dice no me compete a mà ni en mÃ...

Para el hombre dichoso todos los paÃses son su patria.

En el estudio no existe la saciedad.

La esencia de la felicidad consiste en que aceptes ser el que eres.

Mejor es prevenir que curar.

Una buena gran parte del arte del bien hablar consiste en saber mentir con gracia.

Los zorros usan muchos trucos. Los erizos, solo uno.
Pero es el mejor de todos.
Nosotros los revestimos con tÃtulos espléndidos, aunque sean criminalÃsimos: a éste lo llamamos católico, a aquél serenisimo, a uno ilustrisimo, a otro augusto a todos los denominamos dilectos h...

¿Qué pueblo no ha sido en alguna ocasión responsable y vÃctima de una invasión territorial.
Qué otra cosa es la vida de los mortales, sino una comedia en la que unos actores se disfrazan y ataviados con sus máscaras representan sus respectivos papeles hasta que el director de escena les or...
Opónense a la razón dos antagonistas formidables: la cólera, que la tienen la sade de su imperio en el corazón, en los orÃgenes mismos de la vida, y la lubricidad, que extiende su preponderancia ...

El hombre inteligente no orina contra el viento.

...la pugna es constante entre hombre y hombre, de uno con cualquier otro; ningún pacto es lo suficientemente firme entre los hombres.

No hagas estima de ti por tu apersonamiento fÃsico o los bienes que la fortuna te deparó, sino por tu prestancia moral o los bienes del alma.

De dos males, elige el menor.

...finalmente nuestros rayos cada vez infunden menos miedo también.

...agora comúnmente llaman traidor al que, defendiendo la libertad de la república, resiste a los apetitos de los prÃncipes, y a los que aconsejan al prÃncipe que sea tirano.

...; en la guerra, para vengar la afrenta de unos pocos y a veces de uno solo, afligimos cruelmente a tantos miles de hombres que no se lo merecen.

Ojalá que hubiera traducciones a todas las lenguas para que esos escritos pudieran ser leÃdos y conocidos.
Pedro. ¡Venga, basta de triunfos, gloriosÃsimo soldado! Prefiero aquellos otros, aunque paganos, por odio a ti, que -aun siendo padre santÃsimo en Cristo- celebrabas triunfos por tantos mile de cri...