Frases de jose marti sobre el deber. Encuentra docenas de frases de jose marti sobre el deber con fotos para copiar y compartir.
Esta juventud entusiasta es bella. Tiene razón, pero aunque estuviera equivocada, la amaríamos.
Ni pueblos ni hombres han de ser medrosos que lleguen a tener miedo de sí mismos. En buena hora que la política sea artística, y pocas ciencias requieren tanto arte y mesura y estudio y buen gusto ...
La actividad es el símbolo de la juventud.
La ley del talento, como la de la dicha verdadera, es el desinterés.
Se tiene el talento para honrarse con él, no para deshonrar a los demás.
Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos.
El amor , administrado por la vigilancia, es el único modo seguro de felicidad y gobierno entre los hombres.
. . . Es hora ya de que las fuerzas de construcción venzan en la colosal batalla humana a las fuerzas de la destrucción. La guerra, que era antes el primero de los recursos, es ya hoy el último de ...
La palabra sincera huye, como niña decorosa, de los comedores renales.
Perdonar es vencer.
Amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento, y respeto.
Quien piensa en sí, no ama a la patria.
El que sabe desdeñar su vida, sabrá siempre honrarla.
Pues no tiene la capacidad de gobernar con justicia, y no debe gobernar el que no tiene la capacidad de convencer.
La victoria está hecha de cesiones.
Sufrir es más que gozar: es verdaderamente vivir.
La juventud debe ejercitar los derechos que ha de realizar y enseñar después.
Cesen los soberbios y cesará la necesidad de levantar a los humildes.
En la justicia no cabe demora: y el que dilata su cumplimiento, la vuelve contra sí.
Lo justo, a veces por el modo de defenderlo, parece injusto.
Para ir adelante de los demás, se necesita ver más que ellos.
Una escuela es una fragua de espíritus.
Solo el ejercicio general del derecho libra a los pueblos del dominio de los ambiciosos.
El amor llenará al cabo el pecho de los hombres.
La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie.
La libertad no muere jamás de las heridas que recibe. El puñal que la hiere lleva a sus venas nueva sangre.
Cuando se sirve bien a la patria, se tienen en todas partes muchos amigos viejos.
La unidad de pensamiento, que de ningún modo quiere decir la servidumbre de la opinión, es sin duda condición indispensable del éxito de todo programa político.
Las diferencias políticas no dan derecho, entre hombres corteses y leales, a la inversión, o admisión indiscreta, y publicación voluntaria, de noticias falsas.
Una idea justa que aparece, vence.
Hombre recogerá quien siembre escuela.
Cuando se es joven, se crea. Cuando se es inteligente, se produce. No se adapta, se innova: la medianía copia; la originalidad se atreve.
Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta.
La grandeza está en la verdad y la verdad es la virtud.
El dolor es la sal de la gloria.
Honrar a la patria es una manera de pelear por ella.
Un caudillo desinteresado, es una gala de los hombres y huésped eterno de la patria.
La libertad de mi patria, quisiera verla surgir entre alas, no de entre charcas de sangre.
La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla.
Ni con lisonja, ni con la mentira, ni con el alboroto se ayuda verdaderamente a una obra justa.