Frases pelicula alejandro magno ( 4 )
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Tranquilícese, que no abofeteo muy bien a estas horas de la noche.» (Humphrey Bogart en la película El sueño eterno.)¹

Jeunet es el director de ese engendro, película para algunos -estaban equivocados-, ladrillo para otro -estábamos en lo cierto- que fue Amelie.

Aunque tengas una família numerosa, otórgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.

No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa.
No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que se es. Desde la infancia nos endilgan destinos ajenos. No estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, sino los propios.

Yo tengo mucho cuidado con los pensamientos de orgullo propio porque conozco a tantos idiotas que se creen los reyes del corso que quien me asegura a mi que no soy uno mas de ellos.

No hay sueño mas grande en la vida que el sueño del regreso. El mejor camino es el camino de vuelta, que es también el camino imposible.

No recuerdo todo lo que siento pero si siento todo lo que recuerdo.

Las obras terminan cuando nosotros queremos. La vida, en cambio, sigue mas allá de lo bello y de lo bueno y termina en el momento menos conveniente, deshilachada, incompleta, prosaica.

Hay para cada hombre una mujer, una sola, que reúne todas las virtudes que ese hombre sueña....Pero el destino ha decidido que nunca jamás se crucen los caminos de ningún hombre con la mujer que p...

Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida.

Lo bueno no debería ser tan breve.

Siempre es recomendable recorrer la vida a contramano.

La envidia es acaso el peor de los pecados, el goloso come, el lujurioso verifica el acto venéreo, el avaro toma su dinero, en cambio el envidioso se reseca en...bueno, su envidia.

Busco en mis adentro y lo que veo es tu rostro.

Los negocios también son un arte ya que en ellos se mezcla la estética y la ética. Los negocios sin ética no son útiles.

Allá donde esté, en un paraíso maravilloso, solo le faltará una cosa. . . Tú.

A veces mi corazón va donde mi voz no llega.

En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos.

Perdón es una palabra que no es nada, pero que lleva dentro semillas de milagros.

Somos simples sombras que nacen y mueren porque si.

Hay mujeres que quieren tanto a sus maridos que, para no usarlos, toman el de sus amigas.

Ver como nos vemos, vernos y comprender que para comprender hay que volverse ciegos.

No hay luna más hermosa que la que se refleja en tu mirar.

Creemos, sobretodo porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es la hermana de la esperanza y de la caridad.

Hay tantas cosas que no pueden juzgarse sin el corazón, que si éste falla, la razón debe desatinar necesariamente.

No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.

Algunos hay que parecen zurdos de las dos manos.

El amor es física, el matrimonio química.

La mentira mayor es el ego.

Si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo.

En el amor no existe el libre albedrío, nadie puede decidir de quién va a enamorarse.

Escribir no es más que sacar la parte poética que vive en la rutina.

No basta con ser joven. Es preciso estar borracho de juventud. Con todas sus consecuencias.

Las palabras hacen versos, únicamente el corazón es poeta.

Hoy me he sorprendido sin el permiso de mis labios.

Nunca me ha gustado lo que puede hacer todo el mundo.

Una madre perdona siempre; ha venido al mundo para esto.

Si ves que mi canción acaso no resulta, avísame y recojo la melancolía. . . . Melancolía.

Todos estamos condenados a un hechizo cósmico. El universo es irremediablemente fugitivo. Nadie puede detenerse..