Jose ortega y gasset profeta. Encuentra docenas de jose ortega y gasset profeta con fotos para copiar y compartir.
Hay tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama.
La lealtad es el camino más corto entre dos corazones.
El amor consiste en impulsar a un ser a la perfección de sí mismo.
La forma que en política ha representado la más alta voluntad de convivencia es la democracia liberal.
Que cada uno en su ley busque en paz su luz. Pascal tiene la certidumbre de que va a ser recompensado.
Una existencia 'paro' es una negación de la vida es peor que la muerte misma.
El revolucionario no se revela contra los abusos, sino contra los usos.
En cada paso que damos en la vida pisamos cien senderos distintos.
Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.
Hoy poseen el dinero los judíos, y son los amos del mundo; también lo poseían en la Edad Media y eran la hez del mundo.
Quien trabaja lo hace con la esperanza de ganar con ello un día la liberación de su vida, de poder en su hora dejar de trabajar y comenzar de verdad a vivir.
Cada día me interesa menos ser juez de las cosas y voy prefiriendo ser su amante.
Odiar a alguien es sentir irritación por su simple existencia.
Dicen los libros indios que dondequiera pone el hombre la planta pisa siempre cien senderos.
La juventud necesita creerse, a priori, superior. Claro que se equivoca, pero esta es precisamente el gran derecho de la juventud.
Una revolución solo dura quince años un periodo que coincide con la eficacia de una generación.
Decididamente, el mundo de la duda es un paisaje marino e inspira al hombre presunciones de naufragio.
Muchos hombres, cómo los niños, quieren una cosa, pero no sus consecuencias.
Empezando por la Monarquía y siguiendo por la Iglesia, ningún poder nacional ha pensado más que en sí mismo.
Que no sabemos lo que nos pasa: eso es lo que nos pasa.
Importa, pues, mucho conocer a fondo a este hombre-masa, que es pura potencia del mayor bien, y del mayor mal.
El alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho a la vulgaridad y lo impone donde quiera
Lo que llamamos nuestra intimidad ni es sino nuestro imaginario mundo, el mundo de nuestras ideas.
Ser emperador de sí mismo es la primera condición para imperar a los demás.
A diferencia del poeta moderno, no vive aquejado por el ansia de originalidad. Sabe que su canto no es suyo sólo. La conciencia étnica, forjadora del mito, ha cumplido antes que él naciera, el trab...
Una amistad delicadamente cincelada, cuidada como se cuida a una obra de arte, es la cima del universo.
No pido la organización de España por razones de pretérito, sino por razones de futuro
El proceso de desintegración avanza en riguroso orden desde la periferia al centro, de forma que el desprendimiento de las últimas posesiones ultramarinas parece ser la señal para el comienzo de la...
El joven no necesita razones para vivir; sólo necesita pretextos
¡Argentinos! ¡A las cosas, a las cosas! Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que dará este país el día que sus hombr...
España fue una espada cuyo puño estaba en Castilla y la punta en todas partes.
El mundo o nuestra vida posible es siempre más que nuestro destino o vida efectiva
La esencia del particularismo es que cada grupo deja de sentirse a sí mismo como parte, y en consecuencia deja de compartir los sentimientos de los demás.
Toda conversación tiene un momento favorable en que poder terminarla; no lo desperdicies. Las últimas palabras son de efectos más duraderos que las primeras, por lo que deben ser particularmente bi...
Hay que tomar la vida con filosofía.
nuestra vida es en todo instante y antes que nada conciencia de lo que nos es posible
Yo soy yo y mi circunstancia, pero si no la salvo a ella no me salvo yo
Mátame de una puta vez y déjame en paz.
A las víctimas del terrorismo se las insulta, se las maltrata e injuria
Estaba convencido de que el Gobierno no iba a negociar, porque si lo hacía por mí, al día siguiente lo tendría que hacer por otro. Cuando me liberaron, el entonces ministro del Interior, Jaime May...