Medicina jose marti ( 4 )
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Perdonar es vencer.
Amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento, y respeto.
Quien piensa en sí, no ama a la patria.
El que sabe desdeñar su vida, sabrá siempre honrarla.
Pues no tiene la capacidad de gobernar con justicia, y no debe gobernar el que no tiene la capacidad de convencer.
La victoria está hecha de cesiones.
El deber de un hombre está allí donde es más útil.
Sufrir es más que gozar: es verdaderamente vivir.
La juventud debe ejercitar los derechos que ha de realizar y enseñar después.
Para mí la patria, no será nunca triunfo, sino agonía y deber.
Cesen los soberbios y cesará la necesidad de levantar a los humildes.
En la justicia no cabe demora: y el que dilata su cumplimiento, la vuelve contra sí.
Lo justo, a veces por el modo de defenderlo, parece injusto.
Para ir adelante de los demás, se necesita ver más que ellos.
Una escuela es una fragua de espíritus.
Solo el ejercicio general del derecho libra a los pueblos del dominio de los ambiciosos.
El amor llenará al cabo el pecho de los hombres.
La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie.
La libertad no muere jamás de las heridas que recibe. El puñal que la hiere lleva a sus venas nueva sangre.
Cuando se sirve bien a la patria, se tienen en todas partes muchos amigos viejos.
La unidad de pensamiento, que de ningún modo quiere decir la servidumbre de la opinión, es sin duda condición indispensable del éxito de todo programa político.
Las diferencias políticas no dan derecho, entre hombres corteses y leales, a la inversión, o admisión indiscreta, y publicación voluntaria, de noticias falsas.
Adivinar es un deber de los que pretenden dirigir.
Una idea justa que aparece, vence.
Hombre recogerá quien siembre escuela.
El primer deber de un hombre de estos días, es ser un hombre de su tiempo.
Cuando se es joven, se crea. Cuando se es inteligente, se produce. No se adapta, se innova: la medianía copia; la originalidad se atreve.
Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta.
La grandeza está en la verdad y la verdad es la virtud.
El dolor es la sal de la gloria.
Honrar a la patria es una manera de pelear por ella.
El deber ha de cumplirse sencilla y naturalmente.
Un caudillo desinteresado, es una gala de los hombres y huésped eterno de la patria.
La libertad de mi patria, quisiera verla surgir entre alas, no de entre charcas de sangre.
La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla.
Ni con lisonja, ni con la mentira, ni con el alboroto se ayuda verdaderamente a una obra justa.
El pueblo que quiera ser libre, sea libre en negocios.
Las palabras deshonran cuando no llevan detrás un corazón limpio y entero. Las palabras están de más, cuando no fundan, cuando no esclarecen, cuando no atraen, cuando no añaden.
La única fuerza y la única verdad que hay en esta vida es el amor. El patriotismo no es más que amor, la amistad no es más que amor.
Estrategia es política. Los pueblos han de vivir criticándose, porque la crítica es la salud; pero con un solo pecho y una sola mente. ¡bajarse hasta los infelices y alzarlos en los brazos !.
