Miguel de unamuno ajedrez ( 4 )
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Creía acaso en la resurrección de la carne, a la manera judaica, no en la inmortalidad del alma, a la manera platónica. Las pruebas de esto pueden verse en cualquier libro de exégesis honrada
El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando
Lo que los fascistas odian por encima de todo, es la inteligencia.
Lo cierto es que creer en Dios es hoy, ante todo y sobre todo, para los creyentes intelectuales, querer que Dios exista.
No hay verdadero amor sino en el sufrimiento y en este mundo tenemos que elegir entre el amor, que es el sufrimiento, o la felicidad. El hombre es el hombre más - es decir, el más divino - el mayor ...
¿Y qué es el derecho a la vida? Me dicen que he venido a realizar no sé qué fin social; pero yo siento que yo, lo mismo que cada uno de mis hermanos, he venido a realizarme, a vivir
Hablar de nacionalidades oprimidas perdonadme la fuerza, la dureza de la expresión- es sencillamente una mentecatada; no ha habido nunca semejante opresión, y lo demás es envenenar la Historia y fa...
La razón es la muerte del fascismo.
Leer, leer, leer, ¿seré lectura mañana también yo? ¿Seré mi creador, mi criatura, seré lo que pasó?
Creo en Dios porque creo a Dios.
Salamanca, Salamanca, renaciente maravilla, académica palanca de mi visión de Castilla.
No se de que se trata, pero me opongo
Me cago en el vapor, la electricidad y en los sueros inyectados.
El cristianismo es apolítico.
Primero la verdad que la paz.
Los jesuitas nos vienen con la cantinela esa del reinado social de Jesucristo, y con ese criterio político quieren tratar los problemas políticos y los económico-sociales. El Cristo nada tiene que ...
No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendas que necesita; y soporta luego la ingratitud
Si, ya se qué uno de esos caudillos de la que llaman revolución social ha dicho que la religión es el opio del pueblo. (...) Sí, démosle opio, y que duerma, y que sueñe.
Hasta un ateo necesita a Dios para negarlo.
Qué aberración y no otra cosa es el hombre mera y exclusivamente racional.
La vida es duda, y la fe sin la duda es solo muerte
No nos molestan aquellos defectos que nosotros no tenemos
La fe es la fuente de la realidad, porque es la vida; creer es crear.
Y el Cristo dijo: Padre, perdónalos, pues no saben lo que hacen, y no hay hombre que sepa lo que se hace. Pero ha sido menester convertir a la religión, a beneficio del orden social, en policía, y ...
Entregarnos a los demás es desvivirnos
La dicha me muestra, más que la desgracia, el vacío de la vida.
Lay ley es siempre triste, don Augusto
El hombre, dicen, es un animal racional. No sé por qué no se haya dicho que es un animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los demás animales le diferencia sea más el sentimiento que no la...
Yo no vivía, y ahora vivo; pero ahora que vivo es cuando siento lo que es morir
Sabía que hay que aprender a ver el universo en una gota de agua, que con un hueso constituye el paleontólogo el animal entero y con un asa de puchero toda una vieja civilización el arqueológo, si...
El mundo es un caleidoscopio. La lógica la pone el hombre. El supremo arte es el del azar.
y amaba a esta su idolatrada España, tan calumniada cuanto desconocida de no pocos de sus hijos;
Los hombres no sucumbimos a las grandes penas ni a las grandes alegrías, y es porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una
«¿Por qué el diminutivo es señal de cariño? ?iba diciéndose Augusto camino de su casa?. ¿Es acaso que el amor achica la cosa amada?
Como sólo está de veras cuerdo el que tiene consciencia de su locura
Empecé con terror a pensar si yo también seré inmortal y si será inmortal en mí mi odio.
Es una desgracia esto de tener que servirse uno de las cosas ?pensó Augusto?; tener que usarlas, el use estropea y hasta destruye toda belleza. La función más noble de los objetos es la de ser cont...
Vienen los días y van los días y el amor queda. Allá dentro, muy dentro, en las entrañas de las cosas, se rozan y friegan la corriente de este mundo con la contraria corriente del otro, y de este ...
Primero el amor, el conocimiento después.
La única verdad es el hombre fisiológico, el que no habla, el que no miente...»
