Vuelvo a mirarte aún. Y eres el mismo milagro de ternura y egoísmo, triste y feliz, eterno y pasajero,
Julia Prilutzky
Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo.
Donde hay voluntad, hay camino.
A Asunción
Mire usted, Asunción: aunque algún ángel
metiéndose envidioso,
conciba allá en el cielo el mal capricho
de venir por la noche a hacerle el oso
y en un acto glorioso
llevársela de aq...
A veces pienso que es una lástima que la poesía social sea la más atacada (bueno, la única atacada), ya que encierra grandes valores humanos además de los poéticos.