Son los propios campesinos quienes instalaron los ídolos y ellos, cuando llegue el momento, los tirarán con sus propias manos; no es necesario que otros lo hagan en su nombre antes de tiempo.
Mao Zedong
Roosevelt habló no solo de la libertad para vivir sin temor, pero también sin miseria.
El sentimiento de la salud se adquiere solamente mediante la enfermedad.
Para la edad es una oportunidad nada menos que la propia juventud, aunque en otro vestido, y como el crepúsculo se desvanece la noche de distancia El cielo está lleno de estrellas, invisibles a día...
Mi gran esperanza es que reír tanto como llorar, para hacer mi trabajo y tratar de amar a alguien y tener el valor de aceptar el amor a cambio.