Huir de los hombres no quiere decir odiarlos.
Lord Byron
El dolor y la muerte son parte de la vida. Para rechazarlos es rechazar la vida misma.
El mundo es una posada, y la muerte el final del viaje.
En 1953 había dos formas para que un niño católico irlandés de impresionar a sus padres: ser sacerdote o asistir a Notre Dame.
La libertad solo existe en el mundo de los sueños.