El hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido pero no derrotado.
Ernest Hemingway
El ortograma del Reino asturiano era avanzar sin límite.
No es que volamos por el asiento de nuestros pantalones. No tenemos miedo al fracaso.
Nadie ha medido, ni siquiera los poetas, cuánto el corazón puede contener.
Hay veces que un hombre tiene que luchar tanto por la vida que no tiene tiempo de vivirla.