El asesinato y el robo, así como suenan, son las dos columnas, sobre las que levantan las naciones su poderío: en el asesinato fundan su dominación.
Sabino Arana
El carácter de un hombre nunca cambia radicalmente desde la juventud hasta la vejez. Lo que pasa es que las circunstancias resaltar las características que no han sido evidentes para el observador s...
Si Satanás pudiera amar, dejaría de ser malvado.
Cooperantes de la verdad.
El destino se abre sus rutas.