Siempre sentí que un científico debe al mundo solo una cosa, que es la verdad como él la ve.
Hans Eysenck
Sin fe se puede perder un juego cuando ya casi está ganado.
Conocer los propios deseos, su significado y sus costes, requiere la más alta virtud humana: Racionalidad.
No podemos hacer la historia, sino solo esperar a que se desarrolle.
La infancia es ignorante; la mocedad, ligera de cascos; la juventud, temeraria, y la vejez, malhumorada.