Triunfé porque creyeron en mí.
Ulysses S. Grant
La verdadera revolución, tarde o temprano, debe instaurar el diálogo valeroso con las masas. Su legitimidad radica en el diálogo con ellas, y no en el engaño ni en la mentira.
El hombre que sabe sacar ventaja de sus liberalidades posee una grande y noble economía.
La tortura ha desaparecido del Código. Cosa diferente es que desaparezca de las costumbres.
La mayoría de la gente piensa en el éxito y el fracaso como opuestos, pero ambos son productos de un mismo proceso.