Trabajo en el Banco de Alimentos con mis hijos es una revelación. El rostro del hambre no es el vago en la calle bebiendo Sterno, es a los trabajadores pobres. Ellos no presentan ninguna diferencia, no se comportan de manera diferente, en realidad no son ningún menos educados. Son increíblemente menos privilegiados, y eso es todo.
Mario Batali