Oscar Wilde: Cada instante que pasa nos arr...

Lo único que los niños gastan incluso antes que los zapatos son los padres.

Nunca llevo el dinero, justo como la verdadera Reina. Si veo algo en una tienda, siempre pido a alguien de nuestro personal que lo compre...

¡¿Qué hacemos con todas esta emociones que llevamos por dentro?! ¡Madre de Dios!

El hombre no puede, por sí solo, sino muy poca cosa; es un Robinson abandonado; solo en comunidad con los demás es poderoso.