Para persuadir resulta muchas veces más poderosa la palabra que el oro.
Demócrito
Olvídate de lo malo, que contra tu voluntad, prometiste hacer.
Al tratar del Estado debemos recordar que sus instituciones no son aborígenes; que no son superiores al ciudadano; que todas ellas son imitables y alterables, y que nosotros las podemos hacer igualme...
El espiritismo se inventó para que los médicos pudieran hablar con su clientela
Hasta un ateo necesita a Dios para negarlo.