Toda la tierra está al alcance del sabio, ya que la patria de un alma elevada es el universo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa.
La vida es un tránsito; el mundo es una sala de espectáculos; el hombre entra en ella, mira y sale.
Aunque estés solo, no debes decir ni hacer nada malo. Aprende a avergonzarte más ante ti que ante los demás.
No te avergüences de someterte a las leyes y al que sabe más que tú.
El hombre no es infeliz mientras no es injusto.
La naturaleza se basta así misma; por esto vence con lo menos y con lo seguro, las demasías de la esperanza.
El que a nadie ama, me parece que por nadie es amado.
¿Puede ser por ventura amado el que a nadie ama?
La medicina sana las enfermedades del cuerpo, más la sabiduría libera al alma de padecimientos.
No anheles conocerlo todo, no sea que te vuelvas ignorante de todo.
Quien procede injustamente es más desgraciado que la víctima de su injusticia.
No por miedo, sino por obligación, hay que apartarse de los yerros.
Grandeza de alma es sobrellevar serenamente el error.
Discreto es quien no se aflige por lo que no tiene, sino que se alegra por lo que tiene.
El hombre es un mundo en miniatura.
Hay hombres que trabajan como si fueran a vivir eternamente.
Ni en el cuerpo ni en las riquezas hallan los hombres su felicidad, sino en la integridad y la cordura.
La felicidad no reside en las posesiones, y no en el oro, la felicidad habita en el alma.