Aquí yace uno cuyo nombre fue escrito en el agua.
John Keats
Mi madre era maestra, y cuando ella quería enseñarme el arte y la literatura y la ciencia, ella me llevaba a museos, parques y exposiciones gratuitas.
¡Mira! ¡Fuego, fuego rojo! ¿Hay dragones en esta región? ¡Mira, allí hay otro!
Elocuente discurso no es de boca a oreja, sino de corazón a corazón.
Tú me maldices y yo te bendigo