Jamás, ni por un instante, he visto claro dentro de mí mismo. ¿Cómo pretendes, entonces, que juzgue las acciones de los demás?
Maurice Maeterlinck
Nada es justo. A lo máximo que se puede aspirar es a que sea lógico. La justicia es una rara enfermedad en un mundo por lo demás sano como un roble
Lo que se llama erudición y lo que se llama estilo, generalmente no es más que pedantería y amaneramiento.
La creencia en lo sobrenatural refleja un fracaso de la imaginación.
Solo el cobarde se rinde sin pelear.