A naides tengás envidia: es muy triste el envidiar; cuando veás a otro ganar, a estorbarlo no te metas: cada lechón en su teta es el modo de mamar.
José Hernández
No es difícil conocer a Dios, y no se trata de un conjunto de reglas. Sí, Dios quiere tu obediencia, pero más que eso desea tu corazón.
Tenía la idea de que al poner nombre a los problemas, estos se materializan y ya no es posible ignorarlos; en cambio, si se mantienen en el limbo de las palabras no dichas, pueden desaparecer solos, ...
No veo falta que yo no hubiera podido cometer.
Así no.