Realmente no sé a que se me había destinado, sólo recuerdo que una tarde oí ejecutar una sinfonia de Beethoven, que a continuación me dio fiebre, enfermé, y cuando recobre la salud era músico.
Richard Wagner
Occidente grita: ?¡Ven aquí, aquí estoy yo! ¡Mírame! ¡Escucha cuánto puedo sufrir y amar! ¡Cuán deprimido y feliz puedo ser! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!? Y el Este no dice nada sobre sí mismo. D...
La avaricia tiene ansia de dinero.
Aprender, crear, contemplar, viajar: todo el contenido de la vida brillaba ante mis ojos.
La inteligencia evoluciona cuando lo oculto y lo mágico se convierten en objetivo científico.