Miguel de Cervantes: Oficio que no da de comer a su...

Oficio que no da de comer a su dueño, no vale dos habas.
Miguel de Cervantes
Temáticas Relacionadas
Más frases

No vengo aquí a vender paraísos perdidos ni a buscar indulgencias históricas, decir la verdad, la mía, es mi obligación, pero tambien mi derecho.
Han sido legiones los que se han preguntado si Cristo rió. El asunto no me interesa demasiado. Creo que nunca rió porque, como hijo de Dios, era omnisciente y sabía lo que haríamos los cristianos.

La luz que enceguece nuestros ojos es oscuridad para nosotros. Sólo alborea el día para el cual estamos despiertos. Hay aún muchos días para amanecer. El sol no es sino una estrella de la mañana.
Nos miramos durante un largo y extraño momento que nunca he olvidado, como dos animales que se encuentran al atardecer, y de sus ojos pareció brotar una clara chispa de simpatía; vi la criatura que...