Lector: Si me compras este libro quizá pueda ofrecerte aquel libro en el que tus hijos aprendan a tenerte respeto.
Armando Buscarini
El orgullo, que tanto alienta nuestra vanidad, nos sirve a menudo para moldearla.
Vivir me parece un error metafísico de la materia, un descuido de la inacción.
Qué tremendamente aburrida es la enfermedad y cuánto le ocupa a uno la cabeza al mismo tiempo.
Siento que no puedo parar y me asusto. Procuro distraerme del miedo. Pero ya hace mucho que pararon los golpes reales, estoy sintiendo el incesante redoblar en mí.