Tan solo un minuto de tu vida puede decidir el resto de la misma.
Don Omar
Solo déjame saber.
Me quedas tú, la luz del sol y una maleta con tu amor
Todo esto confirma mi metafísica: el cuerpo no es malo, el alma sí lo es. El cuerpo es la sangre: es puro. El alma es el cerebro: es grasa. La grasa del cerebro inventó el mal.
Los recuerdos, con el tiempo, se vuelven un precioso tema de conversación y en su alma causará más efecto aquello que conmovió tan profundamente su sentir.