Las mentiras seguían a las medias verdades como la oscuridad sigue al crepúsculo?.
Stephen King
Un pedazo de pan es más precioso para el hombre que una montaña de diamantes y oro, Amén.
Puede decirse muy bien que no empecé a vivir hasta que me tuve por muerto.
Su voz penetra como un rayo de sol por la puerta de mi cabaña, y mi sangre dormida acelera su curso y me sube al rostro.
¡Hijo de la chingada!