¡El amor! Es el ala que Dios ha dado al alma para que pueda subir hasta él.
Michel de Montaigne
Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad.
El dinero es como el estiércol: no es bueno a no ser que se esparza.
Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad.
No hay castos; solamente hay enfermos, hipócritas, maniacos y locos.