Jean-Jacques Rousseau: Cuando los hombres inocentes y...


Cuando los hombres inocentes y virtuosos gustaban de tener a los dioses por testigos de sus actos, vivían juntos en las mismas cabañas; pero en seguida se volvieron malvados, se hastiaron de esos incómodos espectadores y los relegaron dentro de templos magníficos. Finalmente los expulsaron de ellos para establecerse ellos mismos; o, al menos, los templos de los dioses no se distinguieron ya de las casas de los ciudadanos. Fue

Jean-Jacques Rousseau


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