(...) Lucía comprendió que la muerte no era un final, no era ausencia de vida, sino una poderosa ola oceánica, agua fresca y luminosa, que se la llevaba a otra dimensión.
Isabel Allende
Deseamos que se nos conozca y se nos llame por el nombre de testigos de Jehová.
He estado rapeando desde 1979.
Grigori besó el billete. Se moría de ganas de marcharse. Era como un sueño
nuestra vida es en todo instante y antes que nada conciencia de lo que nos es posible