No me asusta morir "un día", me asusta morir hoy.
Aleksandr Isayevich Solzhenitsin
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Menos teme los peligros el que más veces los venció.
Las antipatías violentas son siempre sospechosas y revelan una secreta afinidad.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!, Hacedla florecer en el poema.