Para conocer la dicha hay que tener el valor de tragársela. (A la dicha).
Charles Baudelaire
Seamos tan diferentes con los hombres como con los cuadros, a los que tratamos siempre de dar una luz favorable.
Quisiera ser el fuego que avivara tus cenizas
quisiera ser la llama que prendiera tu corazón
quisiera ser yo la dueña de tu alma y q tu fueras
el dueño de mi amor.
Huye de los elogios pero trata de merecerlos.
Cuando lo que haces te provoca dar lo mejor de ti sin esperar recompensa, haz encontrado tu vocación.