Frases de Charles Baudelaire


No se puede olvidar el tiempo más que sirviéndose de él.

¡Ah qué grande es el mundo a la luz de las lámparas! / ¡Y qué pequeño es a los ojos del recuerdo!
A propósito del sueño, aventura siniestra de todas las noches, puede decirse que los hombres se duermen diariamente con una audacia que parecería incomprensible si no supiéramos que es el resultad...

Espantoso juego del amor, en el cual es preciso que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de sí mismo.

El más irreprochable de los vicios es hacer el mal por necedad.
El vino se parece al hombre: nunca se sabe hasta qué punto se le puede apreciar o despreciar, amar u odiar; ni cuantos actos sublimes o crímenes monstruosos es capaz de realizar. No seamos, entonces...

¡ay los vicios humanos! son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.

Una gran sonrisa es un bello rostro de gigante.

El amor es un crimen que no puede realizarse sin cómplice.

¡paraíso perdido!, perdido por buscarte, yo, sin luz para siempre.

Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.

Para que no sean esclavos del tiempo, ¡embriáguense, embriáguense sin parar!. De vino, de poesía o de virtud,a vuestro antojo!.

Consentir que nos condecoren es reconocer al Estado o al principe el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc.

Hay que ser sublime sin interrupción. El dandy debe vivir y morir ante el espejo.

La música excava el cielo.

En un acto social, cada uno disfruta de los demás.

La vida es un hospital donde cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama.

Dios es el único ser que para reinar no tuvo ni siquiera necesidad de existir.

Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar.

El gusto de la concentranción productora debe reemplazar, en un hombre ya maduro, al gusto de la desperdigación.