¡ay los vicios humanos! son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.
Charles Baudelaire
Los ojos lo curiosean, y el corazón lo desea.
No hace solamente la guerra el que se halla en el campo.
El espíritu del virtuoso es como un espejo. Te miras en él y puedes peinarte.
A cualquier dolencia, es remedio la paciencia.