Un banquero es alguien que os presta un paraguas cuando el sol brilla y os lo reclama al caer la primera gota de agua.
Mark Twain
Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.
El mundo y su estupidez es una constante evolutiva y permanente.
Dichoso es aquel que mantiene una profesión que coincide con su afición.
En la naturaleza no existen ni premios ni castigos. Solo existen consecuencias.