En la mesa nadie se aburre durante la primera hora.
Anthelme Brillat-Savarín
Por primera vez me parece buena una cadena para atar, dentro de un cerco mismo, a todos los pueblos de mi América.
Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos saben la manera de perdonar. Un ser vil no perdona nunca porque no está en su naturaleza.
Lo peor y más peligroso del que duerme es creer que está despierto y confundir sus sueños con la realidad.
Deberíamos tener cuidado en no hacerle a un compañero lo que solo intentábamos ayudarle a hacer.