No hay cristales de más aumento que los propios ojos del hombre cuando miran su propia persona.
Alexander Pope
Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína.
Una revolución es el triunfo de los ambiciosos de abajo sobre los medrosos de arriba.
Un hombre aislado se siente débil, y lo es.
No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de descubrirme a mí mismo.