Feliz aquel que aprende a ser prudente a expensas de los demás.
Ariosto
La verdadera energía y el verdadero carácter son como el valor, tranquilo y moderado, sin alardes y sin vacilaciones.
No consideramos que la justicia se nos presente por naturaleza, porque sí, sino porque se puede enseñar y se aprende con la práctica.
Ni un cielo nuevo remplazaria lo que te haz llevado en tu partida..
Nostalgia
Ahora estoy de regreso.
Llevé lo que la ola, para romperse, lleva
-sal, espuma y estruendo-,
y toqué con mis manos una criatura viva;
el silencio.
Heme aquí suspirando
como el que ama y...