Una hora de paciencia vale más que un día de ayuno.
Don Bosco
Nos moriremos todos, pero nuestras obras permanecerán.
Mal hijo y buen marinero, mueren lejos.
Tropezando y cayendo, a andar va el niño aprendiendo.
Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.