Por tanto os digo, que todas las cosas que pidiereis orando, las recibiréis.
San Marcos
Cada vez que a verte voy en tu puerta me detengo, pues temo que la alegría me trastorne el pensamiento.
La diferencia entre un hombre inteligente y un tonto radica en que el inteligente se repone fácilmente de sus fracasos, mientras que el tonto jamás logra reponerse de sus éxitos.
¡que poco se requiere para ser feliz!. . . El sonido de una gaita.
El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.