El hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios esta viejo, irreparablemente. La vida humana representa, la mayor parte de las veces, una ecuación entre el pasado y el futuro.
José Ingenieros
-Se muere siempre porque uno mismo quiere.
A veces uno toca un cuerpo y lo despierta, por él pasamos la noche que se abre, la pulsación sensible de los brazos marinos y como al mar lo amamos, como a un canto desnudo como al solo verano.
Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Que ningún hombre se glorie de que ama a su patria, que más bien se glorie de que ama a sus semejantes.