A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores.
Georg Christoph Lichtenberg
Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen.
Al buen día, mételo en casa.
Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá.
En plegar y moldear está el arte político. Solo en las ideas esenciales de dignidad y libertad se debe ser espinudo, como un erizo, y recto, como un pino.