El que, pudiendo, no evita el delito, lo consiente.
Séneca
Su imaginación se parecía a las alas de un avestruz. Le permitían correr, pero no volar.
Muchas veces las ofensas son incentivo del valor.
Verás mi cuerpo convertirse en cuna para que el hijo de tus sueños nazca.
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.