La avaricia es como la llama, la violencia de la cual aumenta en proporción al incendio que produce.
Séneca
Una persona que no es romántica no tiene el corazón muy grande.
Hay cierta ahora en el que el pastor ingenuo se asombra ante la naturaleza que le envuelve.
Cerca del escaparate brillaba una tortuga gigante con joyas incrustadas en el caparazón.
Mi plan es envejecer sin dignidad. Seré uno de esos viejos ridículos que se tiñen el pelo y van a las discotecas a corretear jovencitas