Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores.
Winston Churchill
Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me guardaré yo.
Lee y conducirás, no leas y serás conducido.
Las honestas palabras nos dan un claro indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.
No se elogia, en general, sino para ser elogiado.