El éxito y el fracaso son igualmente desastrosos.
Tennessee Williams
Por numerosos que puedan ser los meandros del río, acabará por ir a parar al mar.
Y ese miedo idiota de verte viejo y sin pareja; te hace escoger con la cabeza lo que es del corazón.
No hallé como quien ser, en ninguno. Y me quedé, así: como ninguno.
Dejé de comer y de beber para meditar; es inútil: más vale aprender.