Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.
José De Espronceda
El fotógrafo es el ser contemporáneo por excelencia; a través de su mirada el ahora se vuelve pasado.
El único idioma universal es el beso.
Giro
Como la tarde
que posó una mínima
caricia en tu desnudo,
o el sol dando en tu vientre;
como la tarde toda desprendida
sobre tu seno blanco;
como la tarde me detengo absorto
en la maleza débil...
Cumple la ley suprema de desdeñarlas todas, sobre el cuerpo desnudo no envejecen las modas