Frases después de la tormenta. Encuentra docenas de frases después de la tormenta con fotos para copiar y compartir.
Lo que se promete en la tormenta, se olvida en la calma.
Después de la tormenta viene la calma.
Qué hermoso después de la tormenta otoñal el pimiento rojo.
Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.
Los pájaros saben que no hay invierno que dure cien años y que, al pasar la tormenta, la primera semilla que brota es el sol.
Barco con tormenta, en cualquier puerto entra.
Gran tormenta mucho espanta, pero pronto pasa.
Recuerda, si hay tormenta habrá arco iris.
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Es mas refrescante un Rocio de verdades que una tormenta de mentiras
La minima chispa de esperanza, puede evaporar hasta la mas poderosa tormenta de dificultades
El refugio no evita la tormenta.
Mi mayor placer es el disfrute de un cielo sereno en medio de estos bosques verdes: me encantan todos los cambios de la Naturaleza, la lluvia, tormenta, y las hermosas nubes del cielo.
La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar la paz en medio de ella
Un árbol es un vecino muy peligroso en una tormenta
Aquí hombre es el que tiene mujeres y vida de tormenta, sin saber que hombre es el que tiene una y la mantiene contenta
Si se formara el caos mas completo, este tipo se subiría a una colina bajo una tormenta de truenos, con una armadura de cobre empapada gritando ¡Todos los dioses son unos bastardos!
Cuando hay una tormenta los pajaritos se esconden, pero las águilas vuelan más alto.
¡Extraña y desgarradora debe ser su historia y que espantosa la tormenta que, atrapando su valeroso navío, alteró su rumbo y lo hizo zozobrar así!
¿Quién es el hombre más feliz, el que ha enfrentado la tormenta de la vida y la vivió, o el que se ha mantenido firmemente en tierra y solo existió?
Cuando acabe la tormenta, mi bosque estará desolado.
Supe entonces, con humildad, con perplejidad, en un arranque de mexicanidad absoluta, que estábamos gobernados por el azar y que en esa tormenta todos nos ahogaríamos, y supe que solo los más astut...
Solo hay un olor que puede competir con el olor a tormenta: el olor a madera del lápiz.
Después de la tormenta siempre viene la calma, pero sé que después de ti... después de ti no hay nada
Una tormenta que dura toda una semana. Una oscuridad constante: solo podemos leer entre relámpagos. Hemos de recordar e ir uniendo lo que leímos a relámpagos.
Por más intensa que sea la tormenta, el espíritu ha de permanecer siempre impasible
El amor, después de todo, no es sino una curiosidad superior, un apetito de lo desconocido que te empuja a la tormenta, a pecho abierto y con la cabeza adelante.
Era un simple punto brillante en la horrorosa tormenta..., pero incluso un brillo solitario puede devolver sano y salvo a un viajero a su casa.
La vida no se trata de esperar a que pase la tormenta, sino de aprender a bailar bajo la lluvia. VIVIAN GREENE, NOVELISTA 23 MAYO
Por momentos siento una tormenta de deseo de abrazar algo, una mujer de la clase de puta barata aunque sea.
He visto el final, y lo he oído nombrar. La Noche de las Penas, la Verdadera Desolación. La Tormenta Eterna."
Recogido el 1 de Nanes, año 1172, 15 segundos antes de la muerte. El sujeto...
La vida tiene el color y el sabor que uno quiere. La vida es una gota de rocío cristalina y hermosa o es una tormenta llena de angustia y confusión.
Desamor
Las razones
que tuve para amarte
se borraron anoche
en la tormenta
Quedé limpia
Tu olor a huésped
voluptuoso en mis entrañas
se enredó con la lluvia
y se marchó
De "Pulso interno"
Pequeña patria, dulce tormenta mía, canto ubicado en mi garganta desde los siglos del maíz rebelde: tengo mil años de llevar tu nombre como un pequeño corazón futuro cuyas alas comienzan a abrir...
Pequeña patria mía, dulce tormenta, un litoral de amor elevan mis pupilas y la garganta se me llena de silvestre alegría cuando digo patria, obrero, golondrina.
Encontramos la felicidad luchando en el medio de una rabiosa tormenta, no tocando el laúd a la luz de la luna, o recitando poesías en medio de la flores.
Sobre este muro frío me han dejado con la sombra ceñida a la garganta, donde oprime sus brotes de tormenta un canto vivo hasta quebrarse en ascuas.
El clima es mío, somos uno, las noches de tormenta... nuestro amor es grande...
Denme la tormenta y la tempestad del pensamiento y la acción, más que la calma chicha de la ignorancia y la fe.
Una tormenta de arena pasa; las estrellas permanecen.