Mortal, podrás odiar, pero ¡Ten cuidado! Pasarás tus horas preso de terror y tristeza, y pronto caerá sobre ti el golpe que te ha de robar para siempre la felicidad.
Pero tenemos la obligación de esconder nuestro dolor para no aumentar el de los que nos rodean. Y ello es también un deber para con nosotros mismos, puesto que una pena excesiva impide cualquier pos...
¿Quién puede estar seguro de un mínimo de felicidad?
¡Cuán tenaz es la vida y cómo se aferra a uno cuando más se le odia!
En fin de cuentas, lo que se me proponía era que cambiase mis quimeras, preñadas de infinita grandeza, por realidades que carecían de valor, por lo menos aparentemente.
Inglaterra, alzada en medio del turbulento océano, muy al norte, visita ahora mis sueños adoptando la forma de un buque inmenso, bien comandado, que dominaba los vientos y navegaba orgulloso sobre l...
Estamos ligados por vínculos tenues a la prosperidad o a la ruina.
Mi mayor placer es el disfrute de un cielo sereno en medio de estos bosques verdes: me encantan todos los cambios de la Naturaleza, la lluvia, tormenta, y las hermosas nubes del cielo.
Cuando la mentira se parece tanto a la verdad, ¿Quién puede creer en la felicidad? Me parece estar andando por el borde de un precipicio, hacia el cual se dirigen miles de seres que intentan arrojar...
No puedo expresar la alegría que sentí cuándo comprendí las ideas correspondientes a estos sonidos y pude pronunciarlos. Distinguía otras palabras, que ni entendía ni podía emplear, tales como ...
Los hombres necesitan hasta tal punto aferrarse a algo que son capaces de plantar las manos sobre una lanza envenenada.
Sentir amor por otro me colocará en el engranaje de la existencia que llevan los demás, y de la que ahora estoy excluido.
El sueño en el cual me sumí me recuperó; y, al despertar, sentí de nuevo como si perteneciera a una raza de seres humanos como yo.
Varios sucesos de la misma índole terminaron por avivar la naturaleza fiera de los irlandeses, que atacaron a los invasores. Algunos murieron, pero en su mayor parte escaparon gracias a acciones ráp...
Se que usted busca el conocimiento y la sabiduría, como yo lo hice una vez; y espero vivamente en que la satisfacción de sus deseos no resulte ser una serpiente que le muerda, como ha sucedido en mi...
La angustia de mis sentimientos no cejaba; no había incidente del cual mi furia y desdicha no pudieran sacar provecho.
Tenía el oscuro presentimiento de que aún no había concluido todo y de que pronto cometería de nuevo algún crimen espantoso, que borraría con su magnitud el recuerdo de su anterior delito.
Te juro que hubiera preferido permanecer siempre en la ignorancia. Antes eso que descubrir la ingratitud y la depravación de una persona tan querida por mí.
Hay algo inexplicable que agita mi alma y que no logro comprender.
La guerra es el juego del estadista, la dicha del sacerdote, la burla del abogado y la profesión del asesino mercenario.